11/2/09

LUZ


N.Parunov


Luz

Luz era eso, una luz que brillaba en la oscuridad, siempre al servicio de los demás, siempre preocupadas por sus amigas, por su madre, por su hermano,... aunque la vida no tuviera piedad con ella, Luz brillaba a pesar de todo.
Nicoll estaba siempre en la suya, la sensiblería no era para ella, era importante la ropa, el pelo, los hombres, el boliche, ser ella misma para ella y no para los demás...
A Luz la vida se encargó de robarle su felicidad desde muy chica, se crió en un ambiente donde la responsabilidad para salir adelante era moneda corriente. Tenía miles de defectos pero eran disculpables gracias a la garra que ponía en todo lo que era pelear por la vida. Siempre estuvo muy sola.
A Nicoll le habían gravado a fuego que la vida era para vivirla de una vez, el qué dirán no importaba si uno era capaz de ser íntegra en cada acto o pensamiento.
Nadie lo podía creer, cursaban juntas el último año del Bachiller como compañeras de banco, todo el mundo opinaba que eran demasiado opuestas para quererse tanto; pero ellas eran amigas. A Luz le molestaba cualquier comentario sobre Nicoll y la defendía como una leona cuando intentaban atacarla. Nicoll sentía algo especial por Luz, pero siempre cambiaba de tema cuando ésta le comentaba algún problema o se enojaba cuando no la dejaban salir.
Luz encontraba en Nicoll la desfachatez y el emprendimiento más allá de todos los obstáculos. Nicoll, en Luz la comprensión y el respeto por los demás.
Una mañana Agustina, la mamá de Luz, la despertó como todos los días para desayunar e ir a la escuela. Luz no había dormido bien, estaba enojada, angustiada, se sentía traicionada.
- Má, ¿Por qué la gente no es como uno piensa?
- A veces idealizamos a los demás porque creemos conocerlos, o sencillamente porque los queremos y sentimos inseguridad. ¿Qué es lo que pasa Lú?
- Nada, Nicoll.
- Nicoll - dijo su madre en un suspiro y agregó (son tan distintas y no lo notan, susurró de forma inaudible)-¿Qué sucedió con Nicoll?
- No se da cuenta el daño que se está causando, sale con uno, sale con otro, no tiene límites y piensa que no soy como ella porque tengo miedo de vivir. Y eso es mentira. No es miedo, es respeto, es tener criterio y seguir adelante cueste lo que cueste. Pero ella no, que soy tonta, que tengo que vivir, que tengo que soltarme, que tengo que olvidarme de los demás. Y vos no me enseñaste a olvidarme de los otros, me enseñaste a respetarlos, a quererlos, a poderlos ayudar. (Llora entrecortadamente)
- Mi vida, la vida nos enseña a cada paso. Yo no te quiero desilusionar pero cuando quedé sola y tuve que salir adelante, no por mí sino por ustedes, no pude ponerme a pensar si lo que te enseñaba estaba bien o estaba mal. Quizás me haya equivocado pero no creo que tu criterio sobre la vida sea tan errado. Aprendiste lo que sabés de haber sufrido, aprendiste a esperar porque no podías hacer otra cosa. Lamento mucho lo que te está sucediendo, pero también me enorgullece que puedas pensar en cada paso que das y que seas tan hermosa por dentro como lo sos.
- Má, gracias
- No, yo te tengo que dar las gracias por haberme soportado todos estos años, tan duros y tan tristes. Yo quiero agradecerte porque me enseñaste el don de la paciencia, de la luz. Mi Luz.
Esa mañana Luz comenzó a brillar con más intensidad que nunca. Era la última semana de clases. La última semana de secundario. Las materias estaban cerrando y ella tenía toda la ilusión de ser abanderada de la fiesta de graduación. Era el sueño de su mamá y ella tenía ganas de cumplírselo. Se lo comentó a Nicoll.
- Nic, me parece que esta vez sí voy a ser la abanderada.
- No te agrandes, no creo que lo logres, ¿no te acordás que la de química te bajó la nota por mal concepto?
- eso te lo debo a vos
- Pará un poquito, que yo no tengo la culpa que seas tan prejuiciosa y que nunca te enganches en ninguna jodita.
- Si lo decís por lo de la broma a la profe, yo no fui quien le buchoneó. ¡Qué te quede bien clarito!
- No, si la nena es una luz, si a ella le tiene que salir todo bien. Seguro que en tu casa no saben nada de la bajada del concepto, ¿qué cara pondría el marido de tu mamá si supiera que la nena no va a ser abanderada por mala amiga y cobarde?
Luz no podía creer lo que estaba escuchando, ¿ésta era su amiga?, estaba muy resentida.
- Escuchame Nicoll, creo que tenés bronca porque tu promedio no llega ni al de la segunda escolta. Pero lo importante no es eso...
- Ah, si la mosquita muerta...
- Calmate que no te estoy agrediendo ¿Sos mi amiga o no?
- ¿Todavía te lo seguís creyendo? No puedo ser amiga de una persona tan poco compañera, tan buchona y tan tonta. No, nunca fui tu amiga. Conforme.
A Luz casi le da un ataque, empujó a Nicoll por el pasillo de la escuela, le tiraba de los pelos, lloraba, estaba como loca. Cuando se calmó se encontró con un montón de caras que la miraban incrédulamente y la voz de la Rectora que le gritaba:
- Así nunca vas a tener la oportunidad de ser abanderada.
Luz se quiso morir. El sueño de su mamá hecho pedazos. Su vida partida en dos. Solo atinó a correr. Salió de la escuela, nada le importaba, corrió mucho tiempo, sólo paró cuando llegó al río.
- Papá ¿por qué me dejaste? Rompió a llorar.
Así la encontró Patricio.
- Te estamos buscando por todos lados. No llores más hermanita. La Rectora llamó a mamá, yo la acompañé, nos contó todo.
- No todo no. Yo lastimé a Nicoll, pero ella me lastimó primero a mí...
- Sí, también lo sabemos, ella nos contó lo que pasó. Mamá le pregunto por qué lo había hecho y Nicoll dijo que estaba celosa porque ella nunca había pensado que ser abanderada podía ser una alegría para su familia y que su mamá le había reprochado el que vos lo fueras y ella no.
- Yo no voy a ser abandera.
- Shhh! Escuchame. Todo fue una gran confusión...
Luz se abrazó a Pato. Sentía que no podía volver, que por primera vez no iba a poder vencer la piedra, que no iba a poder volver a confiar en Nicoll. Pero la vida le dio una lección mucho más importante.
El día de la fiesta, estaba por salir de la casa, cuando tocan el timbre
- Perdoname Luz - dijo una voz antes que pueda abrir la puerta - estuve pésimo, te puse en evidencia, te lastimé y te mentí. Yo quiero ser como vos, quiero aprender el respeto por los demás, quiero aprender a escuchar, ya no quiero ser yo, el ombligo del mundo...
Luz abrazó a Nicoll, no la dejó hablar más.
- Nicoll, creí que este momento no llegaría jamás.
Le secó las lágrimas con la palma de la mano y agregó...
- Creo que ya aprendimos la lección... no es bueno que seamos tan diferentes, tenemos que cambiar... las dos.


Edith Andrea Tessari
15 junio 1999

5/2/09

PALABRAS PARA EL AMOR


• Palabras para el amor...

Mis amores estuvieron llenos de palabras,
no sé si llenas o vacías....
Tuvieron palabras que dijeron todo
y gestos que no dijeron nada.
El amor es como el mar,
tenés mil posibilidades
para ser feliz
y las tenés para no serlo.
El mar golpea las rocas,
las rocas pueden contestar o no.
El mar golpea los corazones,
estos pueden contener el golpe de un soplo,
o seguir latiendo como si nada.

Edith (Mar del Plata, 20 de febrero de 1996)