Elsa Sposar
La inmensa naturaleza me atrapa, me llena d verdes, amarillos, naranjas, rojos, azules. Asciendo en vertical agarrada a la nada; no soy yo, es mi espíritu, se sostiene de tu sonrisa y flota.
Soy un ave transparente que te traspasa desde el tiempo. Soy el verano radiante de sol cercano y cálido, increíblemente cotidiano. Soy agua, broto de fuentes, de piedras, de cascadas, fluyo hasta mojar tus pies. Te rodeo danzante y no dejo que salgas. Empapado de cabeza a pies intentas atraparme, pero huyo, escapo a la pradera y a mi paso una brisa sureña sacude y cosquillea árboles y plantas.
Y me convierto en viento, te veo parado en medio de la tierra, tus brazos en alto me llaman, me escurro entre ellos, me abrazas, me corporizo, besas mis labios, suspiro, me acurruco en ti.
La naturaleza me suelta, abro mis ojos, duermes a mi lado, tu respiración es calma, sonríes brevemente la paz se apodera de la habitación.
El ring del despertador comienza el infructuoso intento de volverme al mundo.
Edith ( 19 de noviembre 2010)
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