23/8/08

WA'NDLUNG


(wilfred)

WA’NDLUNG

“Parece que el planeta estuviera vacío,
y que van a una cita misteriosa y suprema
esas lentas carretas que cruzan
el camino bajo este sol que quema.”
Juana de Ibarbourou.



El sol despunta ardiente y polvoriento, el paisaje, vacío, los árboles petrificados. El camino largo y laberíntico se perdía en un sinfín de colores engamados.
En un laboratorio lejano, un grupo de científicos intentaba describir el por qué de un fenómeno. Estaban estudiando, desde hace dos años, la evolución de la tierra y descubrieron una patología, el planeta no avanzaba sino que retrocedía en un movimiento cada vez más acelerado. este hallazgo se realizó mediante la creación de una burbuja transparente constituida con una porción del laboratorio, desde la cual podía observarse todo lo ocurrido y todo lo ocurrente.
Hacía un año del descubrimiento. La tierra había sufrido ya una transformación. El suelo estaba desgastado, polvoriento y coloreado de azul. El agua, que corrí por las vertientes y los ríos había perdido su riqueza mineral. El cielo tenía agujeros celestes y por momentos la visibilidad era nula. El sol, cada día más candente, no permitía la vida. Todo agonizaba.
Una mañana, unas carretas cruzaban lentamente el sendero, esto llamó la atención de los científicos, quienes se preguntaban:
-¿Carretas? ¿En qué año estamos?- Uno de ellos miró un aparato que indicaba los años vigentes y dijo:
-Tres mil, mes de octubre – esa voz acartonada con sonido metálico resonó dentro de sus cerebros.
Mientras, las caretas seguían recorriendo el camino hacia el monte, único lugar vivo, unas tras otras, formando un ciempiés, se iban acercando en un silencio mortal; la burbuja transparente los seguía. La curiosidad y ansiedad de sus tripulantes había llegado al límite de la locura. De pronto, las carretas deteniéndose una a una rompieron la hilación rodeando el monte.
El sol se estaba ocultando cuando cien estruendosos disparos se hicieron oír. Transcurrieron unos minutos, el monte pareció partirse en dos y quebrarse en mil pedazos, dejando a la vista una ciudad, que hace tres milenios atrás sólo aparecía en las películas de ciencia ficción.
En el preciso momento en que las carretas entraron en ella, comenzó a caer una fuerte lluvia, ésta hacía que del suelo polvoriento nacieran edificios galácticos, autos galácticos, calles galácticas, árboles galácticos y seres humanos. Cuando la lluvia cesó, la tierra estaba nuevamente poblada.
Los investigadores decidieron volver a su laboratorio para estudiar la nueva transformación; mas llegando al lugar se encontraron con un paisaje distinto, en el lugar del laboratorio se encontraba un prado florido de tumbas.

Edith
(1989)

No hay comentarios: